Cuando hay daño tisular o infección, los monocitos entran en el tejido u órgano afectado donde se convierten en macrófagos. Los monocitos y los macrófagos son los primeros en responder al daño tisular y son necesarios para iniciar con éxito el proceso de regeneración y curación.
Tienen una actividad pro-regenerativa que influye positivamente en la reparación de diferentes tejidos:
El sistema Monocytes se desarrolla a partir de la tecnología más avanzada, que permite la obtención de monocitos autólogos separándolos del resto de componentes sanguíneos.
El procedimiento implica una filtración selectiva de la sangre del paciente que aprovecha los monocitos y sus propiedades reparadoras para lesiones deportivas y daños en los tejidos blandos.
El tratamiento se realiza de forma ambulatoria, sin precisar ningún tipo de anestesia ni preparación especial.
Podrá reincorporarse de inmediato a sus actividades de la vida cotidiana, siguiendo siempre las indicaciones pautadas.
