La artrodesis es un procedimiento quirúrgico utilizado para llevar a cabo la fusión e inmovilización de uno o varios segmentos vertebrales (vertebras), con la finalidad de corregir y tratar fracturas, patologías y deformidades estructurales de la columna cervical que causan inestabilidad y dolor.
El objetivo principal de la artrodesis es proporcionar estabilidad y aliviar el dolor en la articulación afectada. Al fusionar los huesos que componen la articulación, se elimina el movimiento en esa zona específica del cuerpo.
Esto ayuda a reducir la fricción y el estrés en la articulación, aliviando el dolor y mejorando la funcionalidad.
Cuando el procedimiento de artrodesis es de corta duración los pacientes no aprecian perdida de movilidad.
¿Cuándo?
- Lesión o fractura de huesos en la columna vertebral por traumatismo o patología degenerativa lumbar.
- Debilidad o inestabilidad de la columna vertebral causada por tumoraciones, infecciones o deformidad.
- Espondilolistesis, una afección en la cual una vértebra se desliza hacia delante por encima de otra.
- Curvaturas anormales, como las de la escoliosis o la cifosis.
- Artritis en la columna, como la estenosis raquídea.
Cuidados antes y después de una artrodesis vertebral
Durante los días previos a la operación
- Prescindir de fármacos que dificulten la coagulación de la sangre.
- Informar si en los últimos días ha tenido un resfriado, gripe o infección o de cualquier otra enfermedad.
- Evitar el consumo de alcohol.
- No fumar.
Generalmente, al siguiente día de la cirugía, el paciente puede comenzar a caminar con cierto cuidado y ayuda.
Una vez en casa…
- No conducir.
- No realizar ejercicio físico de gran impacto. Caminar todos los días e ir aumentando cada día el tiempo para favorecer la movilidad
- Evitar levantar grandes pesos durante al menos un mes.
- No fumar
Es fundamental recordar que cada proceso de recuperación es único y que es esencial contar con el seguimiento médico adecuado durante todo el proceso de recuperación para asegurar los mejores resultados.
