¿Cómo y cuánto está perjudicando la pandemia a nuestros cuerpos? Traumatología.
La falta de movilidad debido al confinamiento de la población ha intensificado los problemas relacionados con la columna. Rigidez articular y dolor lumbar son dos de los síntomas que nos encontramos en consulta.
¿Cuáles han aumentado de manera llamativa?
Contracturas y patologías relacionadas con la columna cervical y lumbar han aumentado exponencialmente debido al estrés y la tensión postural.
Por otro lado, la pérdida de masa muscular que conlleva la inactividad está resultando un factor determinante a la hora del desarrollo de lesiones musculoesqueléticas.
¿Por qué se generan y de qué son síntoma? ¿Estas patologías son reversibles o tendremos que aprender a vivir con ellas?
Desde hace casi un año nuestros domicilios se están convirtiendo en improvisados puestos de trabajo. Miles de empleados trabajan desde sus casas.
Aunque mantengamos una buena higiene postural, si sostenemos la misma postura durante un tiempo prolongado la musculatura y articulaciones sufren.
Incluso teniendo la mejor equipación en el domicilio la clave es moverse.
En el caso de patologías más acentuadas, las terapias basadas en el movimiento en los centros de rehabilitación corregirán los desequilibrios causados.
Aunque el “frenazo” en procesos de rehabilitación debido al cierre de centros y a las medidas restrictivas, en el caso del control de aforos, han alargado estos procesos.
Por otro lado, la reducción de accidentes deportivos es un hecho. Durante mes y medio la población ha estado confinada en sus casas y lesiones tan frecuentes como fracturas se han reducido notablemente.