¿Qué es el “hombro doloroso”?
El “hombro doloroso” puede resultar sumamente limitante y molesto para la persona que lo padece. Aparece en la articulación del hombro, a su alrededor, cuando se realizan movimientos como levantar el brazo por encima de la cabeza o extenderlo hacia delante o hacia atrás. Es una molestia muy frecuente que limita la movilidad y condiciona la calidad de vida de una persona.
En general, el dolor suele ser más intenso por la noche y mejora después de moverlo con suavidad. Puede llegar a ser también agudo y afectar a la zona cervical, el antebrazo y la mano.
Causas del “hombro doloroso”
- Lesiones propias de la articulación, de los músculos o de los tendones y de los ligamentos. La tendinitis del manguito de los rotadores es la lesión más frecuente que lo provoca.
- Artrosis cervical
- Lesiones de los nervios
- Dolor referido de otros órganos
Consejos para mejorar una vez que la patología ya ha aparecido y que os ayudarán para prevenir futuras crisis de “hombro doloroso”.
Durante el proceso de recuperación del hombro doloroso es crucial prevenir nuevos episodios. En general, se deben evitar los factores que agravan el dolor:
- Reposo hasta que el dolor se atenúe.
Sin llegar a inmovilizar el hombro, es muy importante permitir recuperarse a la articulación reduciendo al mínimo el movimiento. - Frío
En algunos casos, puede ayudar a aliviar la inflamación aplicar hielo en el área durante quince minutos tres o cuatro veces al día durante los primeros dos o tres días. - Evitar deportes que supongan un esfuerzo para el hombro.
Los deportes de raqueta como el tenis, la natación o los deportes de lanzamiento pueden empeorar la lesión y agravar el dolor, por lo que es necesario renunciar a ellos hasta que este desaparezca. - Cuidar posturas.
Evitar dormir sobre el hombro o con el brazo por encima de la cabeza, así como los movimientos repetidos del hombro con el codo alejado del cuerpo. Igualmente, hay que prestar atención para no forzar el hombro hacia atrás en lugar de desplazar el cuerpo entero. - Evitar actividades por encima del nivel de la cabeza.
Peinarse, ponerse una camisa o quitarse la chaqueta pueden causar o agravar los síntomas, al igual que ocupaciones como la carpintería, pintar o la conducción. En general, evitar cualquier actividad que implique trabajar largo rato con los brazos por encima de la cabeza. - Fortalecer los hombros.
Ejercicios apropiados de estiramiento y fortalecimiento de los tendones del manguito de los rotadores y de los músculos del hombro. - Tabaco fuera.
Abandonar este hábito nocivo mejorará el flujo de oxígeno en el organismo y, en concreto, el que llega al tendón lesionado. Ello contribuirá a que la lesión se cure antes y el dolor remita con mayor rapidez.
Fuente: https://www.cinfasalud.com